martes, 21 de abril de 2015

1 SAN JUAN, CAPITULO 1


        En este mundo existen muchos engañadores que dicen hablar la palabra Dios, dicen estar inspirados por el  Espíritu Santo, dicen ser siervos de fieles de Dios, y realmente no lo son; esta es una de las cosas que nos muestra este capítulo bíblico y que no los confirma en  Mateo 7:15 dice: “Guardaos de los falsos profetas, vienen a nosotros con vestidos de ovejas y por dentro son lobos rapaces”.
      En 2 Juan 1:7 dice “Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne, este es el engañador el anticristo; esto nos muestra una de las manera de identificar a un falso profeta, pues este no confiesa y no acepta que Jesús vino a este mundo en carne”..
     Otra cosa que nos muestra es sobre el amor, pues dice que el que ama es nacido de Dios. Esto nos recuerda el gran amor misericordioso de nuestro majestuoso padre, pues el hizo su mayor prueba, su mayor demostración de amor para con nosotros, que ni siquiera nuestros padre harían, pues ellos no aceptarían ver morir a su único hijo por otra persona y Jehová Dios si lo hizo, envió a su único hijo a la tierra para que soportara humillaciones, y se identificara con el hombre, que sintiera lo que nosotros sentimos, experimentara las tentaciones, sufriera debilidades y tomara nuestro lugar en el sacrificio de morir en una cruz por el perdón de nuestros pecados y La sanación de nuestras heridas, eso sí que es un amor sin fronteras.
     Ahora el pide que así como él nos amó a nos otros, nosotros lo amemos a él y a nuestro prójimo, a nuestros hermanos. Pues si no amamos a nuestro prójimo tampoco le amamos a él; ya que si no amas a tu hermano a quien has visto, como amaras a Dios que no lo has visto. Simple, debemos amar a nuestro padre celestial porque él nos amó primero.
    Hay una frase célebre de Santa Teresa que dice: “Si satanás llegara a Amar, dejaría de ser malo”, algo profunda esta frase, pero muy cierta. Escrito esta, que DIOS es un Dios de amor, el que permanece en amor, permanece en Dios y Dios en El.
Ya no queda mucho para decir, más que ser exactos y claros en que solo tenemos a un salvador y único Dios, y debemos declarar por nuestra boca la verdad y aceptar que Jesús vino a este mundo convertido en hombre para que nosotros fuésemos salvos como dice en Romanos 10.9 “Que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levanto de los muertos, serás salvo”.
Y que cuando somos de Dios, y dejamos el mundo, y nos mantenemos en contante comunión con Dios, sabremos identificar a esos que dicen ser siervos de Dios, y no los juzguemos a ellos sino a su falsa doctrina, y que nunca aceptamos palabra de ellos sin buscar luz y claridad en la Santa Biblia, nuestra mayor armadura, nuestra filosa espada contra esos farsantes que quieren alejar al pueblo de Dios de Él.

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